El
sábado 23 de junio de 2012 cuatro miembros del Colectivo contra el
Olvido y la Asociación Memoria de la Transición han asistido en
Elne (Francia) al homenaje que la Asociación DAME (Asociación de
Descendientes y Amigos de la Maternidad de Elne) y el Ayuntamiento de
la localidad organizan desde hace años en recuerdo de la enfermera
suiza Elizabeth.
De
camino a Elne estuvieron en Colliure, en la tumba de Antonio Machado,
donde en nombre de todos los miembros del Colectivo leyeron unos
versos del poeta.
Elizabeth
Eidenbenz era
una maestra suiza que
llegó a Madrid,
con 24 años, el 24
de abril de 1937 como
enfermera voluntaria de la Asociación
de Ayuda a los Niños de la Guerra, para
ayudar a madres y niños durante la guerra
civil española.
Con la caída de Barcelona,
último reducto importante republicano, en enero de 1939, se produjo
la mayor diáspora en
la historia española, cuando medio millón de refugiados buscaron la
huida a Francia como única salvación. La huida se realizó
principalmente a través de los pasos fronterizos de Irún, La
Junquera,
y Portbou,
por donde salieron cientos de miles de refugiados, además de los
restos del gobierno republicano y de la 130ª
Brigada Mixta del Ejército Popular Español.
Hasta el 15
de febrero de
1939 ingresaron oficialmente en el departamento francés de los
Pirineos
Orientales un
total de 353.107 personas. El
gobierno francés decidió conducir a los exiliados de la zona este
hacia las playas de Argelès-sur-Mer,
a 35 km de la frontera. Fueron situados sobre la misma playa, y la
zona se cercó con alambre de espino. Los enfermos y heridos
colapsaron los hospitales de la región, y se establecieron dos
campos próximos: Saint-Cyprien y Barcarès.
Las condiciones de estos campos hicieron que las posibilidades de
supervivencia de un recién nacido fueran prácticamente nulas,
además de significar el parto un gran peligro para las madres. La
mortalidad de los recién nacidos en los campos franceses superaba el
90%.
Elisabeth se desplazó junto a los
refugiados al sureste de Francia, donde la mayoría fueron
internados. Cuando le
pidieron que ayudase a las mujeres y a los niños de la retirada no
lo dudó. Buscó un edificio y logró
ubicar la maternidad en un
palacete de tres pisos semiabandonado a las afueras de Elne, en la
carretera a Montescot:
el castillo de Bardou, construido en 1900.
El primer niño nació el 7
de diciembre de 1939.
A partir de ese momento se
dedicó a buscar y a recoger a las embarazadas de los campos de
internamiento habilitados por los franceses.
Gestionó con las autoridades
francesas los permisos necesarios, y negoció los protocolos de
actuación del personal de la maternidad en los campos. Su actuación
se desarrolló en el Campo
de Argelès-sur-Mer y
en los de Saint-Cyprien y Rivesaltes.
El centro utilizaba para los
suministros los corredores sanitarios de la Cruz
Roja Internacional.
Se atendían, de media, 20 partos mensuales. Disponía de 50 camas,
distribuidas por habitaciones de entre 4 y 8 camas cada una.
Al principio se mantuvo la
maternidad gracias a donaciones voluntarias que llegaban de Europa
(Picasso y Neruda fueron dos de sus benefactores). Tras el comienzo
de la II
Guerra Mundial,
los fondos disminuyeron y comenzaron a llegar refugiados de Francia y
del resto de Europa, principalmente mujeres judías que huían de la
ocupación nazi. Unos 200
niños judíos nacieron allí. Debido a las dificultades, la
asociación se fusionó con la Cruz Roja en enero de 1942.
La Maternidad Suiza de Elne, entre
1939 a 1944, vio nacer a 597 niños (400 españoles) y finalmente
cerró sus puertas en 1944.
Después
de la guerra, Elizabeth pasó el resto de su existencia al servicio
de la asistencia humanitaria. Falleció en Zúrich el 23
de mayo de 2011,
a la edad de 97 años.
El
edificio estuvo abandonado hasta que en los años
90 fue
adquirido por un artesano
vidriero,
François Charpentier, con el fin de establecer en él su taller.
Este hombre conoce en el
2001 a Guy
Eckstein,
de ascendencia judía, que era uno de los niños que había nacido en
la maternidad, y que le explicó la historia del edificio. Juntos
decidieron buscar a Elisabeth Eidenbenz, y en 2002,
la historia -perdida en el olvido- salió a la luz. Será este año
de 2002 cuando el ayuntamiento de Elne organiza el primer homenaje
institucional a la antigua enfermera, que volvió al
castillo, para recibir la medalla de "Justos entre los Justos
entre las Naciones" del instituto "Yad Vashem”.
El 14
de julio de 2004,
el ayuntamiento de la villa, cuyo alcalde, Nicolás García, era nieto de refugiados
españoles, anunció la adquisición de la maternidad, con el objeto
de conservar su memoria. Será en el 2006 cuando nazca la Asociación
DAME con el objetivo de reunir a los descendientes y amigos de la
Maternidad de Elne.
En
la actualidad, el Ayuntamiento de Elne, dirigido por Nicolás García,
junto con la Asociación DAME, realizan el homenaje anual a esta
mujer y a su inconmensurable gesta. Y, lo más importante, se tiene
prevista la reactivación del edificio con proyectos educativos y
sociales (también relacionados con la ayuda a mujeres) que permitan
que esta maravillosa historia silenciada durante años no deje de
brillar. Esperemos que cada año sean más los que conozcan su
historia y ayuden a difundirla, y que juntos apoyemos todos los
proyectos que quieren sacar adelante.
Los
miembros de la Asociación DAME, así como los de la corporación
municipal, desde el momento que tuvieron conocimiento del viaje que
iban a realizar los compañeros del Colectivo Contra el Olvido y de
la AMT, no han hecho sino facilitar nuestra visita con la más cálida
de las acogidas. Queremos dar las gracias a todos ellos, y en
especial a Serge Barba, a Celia García (presidenta de DAME), al
alcalde Nicolás García, al teniente alcalde Pierre Subirats y a su
mujer Christiane Subirats.
Son un ejemplo de
lucha contra el olvido y de lo que se puede hacer con tenacidad,
ilusión y memoria, basando su trabajo en la dignidad que confiere la
lucha y la resistencia tras el paso de los años y en principios
éticos y morales que ambos colectivos compartimos.
Os
invitamos a colaborar con ellos, difundiendo la historia de este
edificio, de la heroína que salvó a cientos de niños y mujeres, y
ayudando a buscar a los descendientes de la “señora Elisabeth”,
como la llamaban las mujeres españolas refugiadas en esta casa.